10 enero, 2006

El amor

mosquitos




Salmo de los mosquitos.

Cuando los mosquitos bailan al atardecer
garabatean en el aire, discuten desquiciados,
componen su loco vocabulario,
barajan su estúpida cábala,
a la sombra de las hojas

hojas y solamente hojas
se interponen entre ellos y los amplios golpes del sol
las hojas amortiguan las estocadas polvorientas del sol vespertino
protegen sus ojos frágiles y su temperamento
crepuscular

bailan
bailan
escriben en el aire y luego lo borran todo
convierten sus letras en borrones y amasijos
todos son el yo-yo de todos
imanes inmensos se pelean en torno a un centro

no escriben ni tampoco luchan, sino que cantan
que los ciclos de este universo no importan
que no tienen miedo del sol(...)















que son las uñas
de las manos y los pies danzarines del dios-mosquito
que oyen el sufrimiento del viento
entre la hierba
y el sufrimiento del árbol de la tarde

el viento se inclina con largos gemidos de tripas
y los largos caminos de polvo
bailan al viento
el baile del viento (...)

pero no los mosquitos, su agilidad
ha sobrepasado ese umbral
y los mantiene un poco por encima de las garras de
la hierba
bailan
bailan
bajo las sombras en forma de guante del sicomoro (...)

oh, pequeños rabinos
vuestros propios cuerpos os llevan a la muerte
os lleváis vuestros cuerpos a la muerte
¡sois los ángeles del único cielo!
¡y Dios es un mosquito todopoderoso!
¡sois la mayor de todas las galaxias!
mis manos vuelan al aire, están locas
mi lengua cuelga de las hojas
mis pensamientos se han arrastrado a un rincón

vuestro baile

vuestro baile

hace que mi cráneo expectante salga dando vueltas
al espacio exterior.



Fragmentos de "Salmo de los mosquitos", Ted Hughes, "Poemas de animales".
In Vino Veritas, pero en cerveza también!